Ficha Técnica:
Nombre: Dos
Personalidades En Un Solo Ser
Género: Gore,
OneShot, Fanfiction de Vocaloid
Resumen: Dead
Master se encuentre en el cuerpo de Takanashi, ella lo sabe, pero sus amigos no
están al tanto de su otra personalidad. Una noche común, Dad Master se aburre
de su simplicidad y desea jugar a su manera… la pregunta de la noche ¿Cuántos sobreviviran?.
Un fic de Vocaloid que tiene a los personajes Gumi en el.
Dos Personalidades En Un Solo Ser
Dead Master
“Una parte sombría
existe en mi, tal vez, existe en todos. Pequeños demonios se ocultan en nuestro
interior. La necesidad de ver sangre, es inmensa, sentir como el llanto de una
persona, de nuestra víctima, nos llega a
los tímpanos, el sentir aquel poder, que solo el Todo Poderoso lo tiene; el
juzgar sentenciar. Puedo asegurar que nos podemos sentir como dioses, cuando
miramos ese liquido color carmesí en nuestras manos... podemos decir que somos
grandes, tan grandes que elegimos quien muere y quien no… me pueden comparar
como dios, pero estarían equivocados porque soy mejor que él, … yo soy Dead
Master”
-¿sucede
algo Takanaski? Pregunto Gumi. Había entrado en aquella habitación sombría en
la que la joven había entrado con rostro algo distorsionado, abajo se
encontraban dando una gran fiesta, todo parecía estar bien o eso pensaban todos
hasta que vieron a Takanashi salir corriendo como alma que lleva el diablo
lejos de la gente. Gumi se había preocupado, así que fue a su rescate
-no…-
susurro de manera tímida, se había sentado en un banco, estaba viendo el
exterior por una ventana, pero, irónicamente, no miraba el exterior, si no su
interior, miraba como ella era dos personas diferentes, en un solo ser. La
mitad de su rostro parecía una simple niña, de doce años, su cabello bien
arreglado y siempre obediente, la otra mitad estaba su pequeña demonio; sus
ojos demostraban su alma siniestra y sombría, se podría ver con solamente
aquella sonrisa siniestra que invadía prácticamente toda su cara, como algo
como la muerte le hacía sentir tan feliz como un niño le hacía sentir feliz
dulces de chocolate.
¿Por
qué le habían permitido nacer? ¿Por qué debía ser maldecida con Dead Master? Su
parte demoniaca sonrió, de manera siniestra “sin
mí, no eres alguien… eres nada” una risilla, pequeña pero tenebrosa azoto
su mente, invadiendo cada rincón de su percepción; aquella risa era macabra y
sorpresiva, pero se perdía entre su conciencia, dejando apenas un hilillo de su
existencia. Takanashi cayó al suelo, sosteniendo su cabeza y entrelazando sus
dedos a sus cabellos oscuro, de sus labios brotaban gemidos de dolor, quedo
boca abajo, al parecer estaba llorando.
-¡Takanashi¡-
exclamo Gumi al verla en el suelo, pero antes de poder llegar a su ayuda un
repentino rayo la cegó, la peliverde llevo sus manos a sus ojos y retrocedió
dos pasos. Cuando sintió que el sentido de la vista volvía, un poco borrosa,
pero volvia, quiso volver a regresar los dos pasos, deseaba ayudarla, tenía que
hacerlo regreso, pero todo estaba oscuro, al parecer aquel rayo había provocado
un corte de luz. Ahora, solo la luz de la luna ayudaba y esta era débil, vio
una figura a al frente, -¿Takanashi?...- susurro levemente mientras estiraba su
mano. El llanto la preocupo, comenzó a desesperarse. Los dos pasos fueron
dados.-¿Estás bien?- la respuesta dada, fue una siniestra sonrisa, no era ella,
pensaba Gumi, quien retiraba la mano que había puesto cerca de su hombro, podía
sentir como cada parte de su cuerpo le decía que aquella aura que la joven
desconocida (que juraba que era Takanashi) no era nada buena
-¿Sabes?-
murmuro aquel ser al mismo tiempo que se acomodaba, quedándose sentada en el
piso- es algo divertido ver tu cara de sorpresa- le dijo mientras alzaba su
mirada azul ante ella. Gumi no sabía qué hacer, se llevo aquella mano a su
pecho mientras retrocedía de forma precavida. Dead master al ver aquella
reacción dejo salir una gran risa. –¡Maldita seas si piensas que puedes escapar
de mi Gumi!- le exclamo con ira en su voz.
Otro
relámpago azoto el lugar, esa vez se escucho segundos después el estruendo
lejos, muy lejos de ese lugar, Dead Master ya estaba levantada, sonriendo de
forma siniestra, sujetando con ella aquella gran Oz que había hecho aparecer
gracias a sus poderes –Takanashi…- susurro mirando de reojo aquella vidrio en
donde se reflejaba la mitad de su cuerpo como la joven ya consumida por el
poder de Dead Master. Dejo salir una risilla para luego girar su rostro hacia
donde estaba la peliverde que con sus músculos tensados parecía un ratón
mientras aquel gran felino la cazaba –No me ha dejado matar desde hace mucho
tiempo… y ustedes se convirtieron en mi pequeña felicidad…- dijo mirándola
mientras una sonrisa retorcida se formaba en sus labios, tan retorcida que
prácticamente su rostro fue distorsionado, por culpa de aquella mueca llena de
maldad.
-Dejame!-
grito Gumi con todas sus fuerzas mientras buscaba salir de aquella habitación,
pero con un simple salto ya la pelinegro estaba al frente de ella amenazando su cuello con el filo de su Oz.
–ahg…- jadeo levemente mientras retrocedía con su cuerpo hecho una gelatina…
-Ja..!
Lenta… serás la más fácil de eliminar- dijo con aun aquella mueca en su rostro.
-¡Takanashi
despierta!- exclamo Gumi desesperada –se que estas hay… por favor detén a este
demonio- la peliverde buscaba gritar lo más fuerte que podía ¿llegaría aquellas
plegarias a la conciencia de Takanashi?. Pero aquello solamente hizo que la
pelinegra dejara salir una risa estruendosa.
Gumi
busco aprovechar aquella distracción para esquivarla y salir corriendo hasta la
entrada, y por poco lo logra. ¿O no estaba ni siquiera por lograrlo? Sus pies
tocaron la salida de la puerta, pero en ese lugar de quedaron, la mitad del
cuerpo quedo arrodillado mientras la otra parte superior golpeaba contra la
pared. Se resbalo hasta caer al piso, dejando apenas un rastro de sangre en su
recorrido, se pudo escuchar el peso de aquello cayendo al piso, ya sin vida,
desangrándose hasta morir.
-Tks…-
chasqueo su lengua mientras su Oz goteaba poco a poco. –Pensante que no estaba
alerta…mocosa estúpida- escupió en el piso con altanería mientras que
tranquilamente pisaba la sangre que se escurría por el piso. Gracias a aquel
líquido carmesí sus pasos quedaron marcados hasta que este quedo escaso en sus
zapatos… pero eso no le preocupaba, pronto habría más sangre, la pregunta era
¿Cuántos cuerpos decapitados habría esta noche…? Eso solamente los podría
contar Takanashi cuando se despertara de aquel sueño envuelta de sangre de sus
amigos…